Se trata de una nueva edición del Premio "Fidel Antonio Roig", en referencia al botánico mendocino (1922-2008), que concursó proyectos novedosos ejecutados con éxito para el uso sustentable de la biodiversidad.
"Trabajamos para ver cómo hacer que la biodiversidad (de fauna) se quede en las plantaciones de sauces y álamos, que son la principal actividad productiva histórica del Delta, con más de 100 años de trabajo humano, seguida de los frutales, el mimbre y el turismo", explicó Fracassi al recibir el premio.
La investigadora sostiene con éxito -junto a Gerardo Mujica, Clarisa Cámpora, Javier Pereira y Bernardo Hauri- el proyecto "Estrategias para la conservación de la biodiversidad en plantaciones salicáceas del Bajo del Paraná", que se desarrolla en la Estación Experimental Agropecuaria local del INTA.
La experiencia se fue asentando en el lugar, al punto de que ya gestó un protocolo de trabajo productivo, que plasma los conocimientos y el consenso de los productores acerca de la conservación del ecosistema, contó Fracassi.
También fue distinguido como científico destacado el etnobotánico Eduardo Rapoport, profesor emérito de la Universidad del Comahue, por sus trabajos botánicos y obras de arte.
Rapoport clasificó unas 100 especies comestibles de vegetales que son considerados "malezas", y promovió una feria comunitaria, en la que pobladores aledaños al Lago Gutiérrez venden "buenazas" y transmiten conocimientos alimentarios y medicinales a los escolares de la zona.
Lxs investigadorxs del laboratorio "Ecotono", de la Universidad Nacional del Comahue y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Bariloche, plantean que lo que muchas de las especies que actualmente son consideradas malezas, sirvieron de sustento a la humanidad desde el Paleolítico.
La avena, colza, achicoria, acelga, rúcula, centeno y otras fueron malezas hasta que el hombre aprendió a cultivarlas.
La práctica de recolectar plantas silvestres se fue perdiendo y la agricultura se concentró en unas pocas especies comercialmente redituables, pero quedan muchas otras que merecen ser consideradas entre las 13.000 clasificadas mundialmente como comestibles, a fin de resolver tanto nuevos sabores, como muchas hambrunas, planteó Rapoport.
La obra escultórica "Arraigo", concebida por Gabriela Massone, fue entregada por Barañao al ilustrador Aldo Chiappe, cuyas láminas científicas, en manuales y posters del dinosaurio Argentinosaurus Hinculensis, los mamuts en la nieve, una maloca guaraní, el picaflor vientre negro o del paisaje de las yungas, imprimieron imágenes imborrables en la retina de muchos argentinos.
La premiación anual es organizada por la Comisión Asesora sobre la Biodiversidad y Sustentabilidad del Ministerio, coordinada por Bibiana Vilá.
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