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Mujeres en las ciencias: desafíos y perspectivas

13.06.2017
En el marco de su mes aniversario, la CNEA impulsó en Mendoza un encuentro para reflexionar sobre el aporte de las mujeres en las ciencias

La Comisión Nacional de Energía Atómica, con la colaboración del Centro Internacional de Ciencias de la Tierra -ICES-, el Instituto Balseiro (CNEA-UNCuyo) y la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UNCuyo, realizó una mesa debate sobre  “Mujeres en las ciencias: desafíos y perspectivas”, que  se llevó a cabo el 5 de mayo de 2017, en el salón de actos de la Regional Cuyo, Godoy Cruz, Mendoza.
 
Ante un atento auditorio, el encuentro contó con la presencia de la Secretaría de Género y Diversidad de la UNCuyo, estudiantes y docentes de nivel medio y universitario, investigadoras del CONICET y otras instituciones científicas, y público en general.
 
El objetivo de la reunión fue pensar y debatir sobre el rol de las mujeres en los ámbitos de producción de conocimiento desde una mirada de género. Las conclusiones de las diez expositoras invitadas fueron muy enriquecedoras, ya que se animaron a abordar la temática desde distintas disciplinas como las ciencias sociales, la filosofía, la comunicación social, la astronomía, las ingenierías, la medicina, la biología, la física, la química y la geología, y debatir en torno a 3 ejes: “Las niñas y la ciencia”; “Mujeres que trabajan en las ciencias y la maternidad”; y” Mujeres como productoras de conocimiento”.
 
Las conclusiones incluyeron la reflexión sobre los desafíos y perspectivas en pos de una mayor participación de las mujeres en las ciencias, partiendo desde el pensar en qué momento las niñas pierden la curiosidad por las ciencias; cómo los estereotipos sociales formatean las subjetividades de las personas desde pequeñas y marcan las diferencias al separar los roles cuando se determinan qué juegos, juguetes, vestimenta, etc., son para los varones y para la niñas. Todas estas constituyen prácticas que pueden llevar a la inhibición de las niñas en su curiosidad, exploración y destrezas con la naturaleza, o determinar que no sirven para disciplinas como las matemáticas o la física por ejemplo.
 
Al respecto, la doctora Beatriz García reflexionó: “No te ensucies, cuida el vestido, no lo arrugues, no tenés fuerza para hacer eso, vas a lastimarte, son cosas que se le dicen a la niña, pero no a un varón. Si uno le da a una nena una muñeca para que la vista y la peine, la diferencia es abismal respecto de la pelota se le da a un varón para que la meta en el arco que inclusive como metáfora, el gol, o GOAL que en inglés significa LOGRO. Entonces, hasta la terminología es adecuada para asumir que eso es un LOGRO, peinar a una muñeca no lo es”.
 
Otro punto de debate fue a partir de la visibilización de las mujeres científicas a lo largo de la historia, donde la doctora Juana Gevarsoni dejó reflejado cómo la cantidad de mujeres en  ciencia y tecnología ha sido sistemáticamente ocultada, y que recién se comienza a notar la participación femenina con Marie Curie, que se convierte en un ícono, además por ser la primera persona en ganar dos premios nobel en distintas áreas científicas (física y química).
 
Gervasoni también citó el caso de Emmy Noether, una de las matemáticas más brillantes de la historia, de quien se desprende el teorema de E. Noether. Muchas de las y los estudiantes piensan que son las iniciales de un nombre masculino, con lo que propuso que siempre que se pueda, se debería poner el nombre completo en los trabajos científicos, porque las iniciales ayudan a la invisibilización de las mujeres como productoras de conocimiento.
 
La maternidad es otro punto crucial para el desempeño de las mujeres en sus profesiones, y en este aspecto las coincidencias fueron contundentes en la necesidad del apoyo de las instituciones científicas con las guarderías y la licencia no sólo por maternidad, sino también por paternidad, teniendo en cuenta que la actividad científica requiere de condiciones más específicas, y que la maternidad puede retrasar los tiempos de una investigación.

Ser mujer e investigadora requiere de una determinación muy fuerte, es un gran desafío cuando se cruza la maternidad”, dijo al respecto la doctora Hebe Cremades, que con dos hijos realizó su carrera profesional, y además destacó que “es necesario el complemento, hombres y mujeres no somos iguales pero podemos serlo en cuanto a las oportunidades y metas que nos proponemos”. 

Durante las tres extensas horas que duró el encuentro, se debatió respecto a las desigualdades de género que existen en todos los ámbitos, pero también en las ciencias. Abusos de poder, maltrato y discriminación sexista son parte de una cultura machista y patriarcal que por años ha ocultado y marginado la voz femenina. Abrir espacios para la comunicación y reflexión respecto a estos temas puede contribuir, entre otras tantas acciones, a valorar aquellos aportes que las científicas realizan día a día en sus investigaciones para los beneficios sociales, y por tanto al acceso justo y equitativo a puestos jerárquicos.

La mesa de expositoras estuvo integrada por diez profesionales destacadas por sus aportes científicos: Lic. María Luz Aguilar (CNEA), Dra. Norma Acosta  (FUESMEN-CNEA); Dra. Hebe Cremades (CONICET-UTN), Dra. Laura Delgui (CONICET-FCEN-UNCuyo), Dra. Beatriz García (CONICET- UTN-ITEDA); Dra. Juana Gervasoni (CNEA-Centro Atómico Bariloche-Inst. Balseiro-); Dra. Valeria Hasan (CONICET-UNCuyo); Dra. Mariela Maldonado (CONICET-INTA); Dra. Marisa Muñoz (CONICET-UNCuyo); y la Dra. Adalgisa Scotti (ICES-CNEA).

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